Los metalúrgicos reconocemos en la figura del Fray LUIS BELTRAN al "primer metalúrgico", y celebramos como Día del Gremio a la fecha de su nacimiento.
Nacido en Mendoza el 7 de septiembre de 1784, de padre francés y madre criolla, ingresó muy joven a la orden franciscana, dejando el convento al iniciarse el proceso revolucionario americano.
Cuando el General San Martín comienza a organizarla la Campaña de los Andes, le confía la organización de su maestranza y artillería.
Dice Bartolomé Mitre en su Historia: "Como un Vulcano moderno vestido de hábitos talares, él forjó las armas de la revolución. Fundió cañones, balas y granadas empleando el metal de las campanas que descolgaban de las torres por medio de aparatos ingeniosos inventados por él. Construía cureñas, cartuchos, mochilas, caramañolas y zapatos; forjaba herraduras para las bestias y bayonetas para los soldados; recomponía fusiles y con las manos ennegrecidas por la pólvora, dibujaba sobre la pared del taller con el carbón de la fragua las máquinas de su invención con que el Ejército de los Andes debía transmontar la cordillera y llevar la libertad a América. "
Su fragua estuvo instalada entre paredes de barro y paja y es tan elemental y pobre que las minas que aún se alzan cerca de la ciudad de Mendoza, asombran y emocionan. El humear de las chimeneas no se detenía nunca. Día y noche trabajaban allí 300 patriotas.
Al iniciar el cruce de los Andes el Ejército tenía dos abuses de 6 pulgadas, siete cañones de batalla, nueve cañones de montaña, dos cañones de hierro y dos de diez onzas. Para estas piezas se construyeron vehículos especiales adaptados al tránsito por la cordillera.
Nombrado Teniente de artillería en 1815, fue luego ascendido a Capitán y emprendió el cruce de los Andes el 19 de enero de 1817 al frente del parque y la maestranza, por el paso de Uspallata.
San Martín llamó a junta de guerra, siendo también convocado Fray Luís Beltrán. "¿Cómo estamos de municiones?" inquirió el General; el fraile levantó la mano y dijo: "Hasta el techo". La verdad era que no había ni siquiera 10.000 cartuchos de fusil en los depósitos, y el Libertador lo sabia, pero necesitaba de esta artimaña urdida con nuestro personaje, para que renaciera el optimismo.
Se volvió a instalar otro establecimiento donde Beltrán trabajó sin descanso, ayudado por obreros, mujeres y hasta niños.
Así repite, quizás supera, lo hecho en Mendoza dada la urgencia. Rehace el parque de artillería, aún fundiendo cañones, llegando a fabricar hasta 50.000 cartuchos por día.
Sin este descomunal esfuerzo, MAIPU no hubiera sido posible.
Continúa luego como Director de Maestranza durante el Protectorado de San Martín en Perú y aún luego de su exilio.
Lleno de gloria pero en la mayor pobreza, emprende un anónimo regreso a su Patria.
Con motivo de la guerra con el Brasil fue convocado nuevamente por las fuerzas armadas patriotas, desarrollando funciones similares para la flota naval y el ejército.
Concluida esta guerra abandona el grado militar, retornando a los hábitos franciscanos. Muere el8 de diciembre de 1827, y sus restos, depositados en la Recoleta, no han sido hallados.
De esta sintética semblanza, se destacan dos cualidades que caracterizan la figura de Fray Luís Beltrán: patriotismo y humildad.
Los trabajadores metalúrgicos, forjadores humildes de la grandeza del País a través del esfuerzo cotidiano, valoran las virtudes primarias del Primer Metalúrgico de la historia argentina, asociado estrechamente a la gesta emancipadora del Santo de la Espada, retemplando su espíritu en el ejemplo abnegado de Fray Luís Beltrán.