COVID -19
¿Cómo debemos cuidarnos en el momento actual?
La actualidad epistemiológica en la Argentina de los últimos tiempos, muestra un claro rebrote en la incidencia de los contagios por el virus SARS-CoV- 2. La apertura paulatina de numerosas actividades, la libre circulación de personas en los grandes conglomerados urbanos y el reinicio de múltiples reuniones sociales de distintos tipos, son las causas de este incremento en el número de casos.
Si bien se han fijado protocolos para las actividades laborales, comerciales y recreativas, conforme las recomendaciones de las autoridades sanitarias así como medidas de protección individual y personal que deberían todos aquellos que viven en zonas de circulación viral comunitaria, es evidente que la efectividad y/o responsabilidad de estas medidas y recomendaciones no han sido suficientes.
Es necesario reconcientizar a la población que la pandemia no ha terminado. Peor aún, es muy probable que la mutación del virus proveniente de otras latitudes llegue a nuestro país con una virulencia difícil de prever.

Por lo que sabemos, la cepa viral mutada en Inglaterra es más contagiosa de lo que la que conocemos. Si bien parecería menos letal, un aumento inusitado de los contagios y por ende de los casos moderados o graves, pueden saturar nuestro sistema sanitario con resultados terribles. Si en algo nuestro país consiguió diferenciarse de otros, incluso de naciones llamadas “primer mundo”, fue el evitar el colapso del sistema sanitario. Vale decir, hemos tenido casos graves y mortalidad pero hubo oportunidad de asistirlos dentro de los sistemas tanto públicos como privados.
Sabemos del cansancio y del hastío que provocan todas las medidas para prevenir el contagio, pero no minimicemos los riesgos que representa esta enfermedad para nosotros mismos y para todas aquellas personas vulnerables a quienes se la podemos transmitir.

Por suerte, ha llegado a la Argentina una de las vacunas desarrolladas contra este virus, la Sputnik V, pero falta tiempo aun para que se vacune el número suficiente de personas que garantice el control de la pandemia.
No perdamos de vista lo que está sucediendo en otras partes del mundo, como en Europa, que adoptaron conductas casi normales en el verano y ahora padecen un rebrote pandémico en algunos casos peor que la ola inicial de la enfermedad. A nosotros nos puede suceder lo mismo si se relajan las medidas de control social e individual.
Por todo ello, debemos insistir en cuidarnos con lo único demostrado hasta el momento que es efectivo: uso de barbijo, medidas de distanciamiento, desinfección periódica de manos y de objetos de uso frecuente, ventilación de ambientes cerrados y la proscripción de reuniones con múltiples personas a excepción de que sean en espacios abiertos y con estos mismos cuidados.
Debemos transitar este último período hasta la vacunación de la forma más responsable posible. La inteligencia debe dominar las emociones para evitar que el esfuerzo y sacrificio hecho hasta ahora no sea en vano.